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A lo largo de la historia se le ha dado múltiples usos, como por ejemplo sede del Santo Oficio durante la Inquisición o cárcel en la primera mitad del siglo XIX.

Además de albergar actividades culturales y visitas turísticas, el Alcázar es el espacio preferido de las parejas cordobesas para la celebración de bodas civiles ya que les ofrece un espectáculo nocturno de luz, agua y sonido.

El visitante que por primera vez vislumbra esta fortaleza se sorprende ante una cons-trucción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro torres que perfi-lan los ángulos. En el interior, las distintas dependencias se articulan en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos árboles. Las estancias y co-rredores se cierran con cúpulas góticas de piedra.

En una de las galerías de acceso se exhibe un sarcófago pagano del primer cuarto del siglo III. En su frontal muestra un altorrelieve sobre una alegoría del paso de los difuntos hacia el más allá a través de una puerta entreabierta.

Resalta, de entre todas las salas, una pequeña capilla barroca, el Salón de los Mosaicos, en la que se exponen piezas romanas de este tipo procedentes del subsuelo de la Corredera. Bajo esta estancia se encuentran los baños, de inspiración árabe, divididos en tres salas abovedadas con tragaluces estrellados. Estas se comunican con la caldera situada bajo la torre del Homenaje.

Si deseas aparcar tu vehículo cerca para visitar este maravilloso enclave puedes hacerlo en nuestro aparcamiento público Saba, abierto las 24 horas, emplazado en la estación de Córdoba, concretamente en la glorieta de las Tres Culturas, s/n.